dijous, 13 d’octubre del 2016

Oye, morena, ¿Tú qué miras?

Bien!! El número de entradas va cogiendo ritmo! Hoy toca una de mis grandes pasiones, la lectura. Hoy voy a hablaros de una de novelas de Megan Maxwell: Oye, morena,  ¿Tú que miras?

Todos los libros de Megan que he leído (unos 8) me han gustado, todos se caracterizan por una narrativa fresca, ágil y directa, suelen ser lecturas rápidas y sencillas por la cantidad de diálogos que presentan, y eso es lo que suelo buscar en los libros, ya que para mí son una vía de escape al día a día y no necesito palabras enrevesadas y construcciones sintácticas demasiado farragosas. ¿Por qué me decanté por este en concreto? Fácil, la protagonista se llama Coral, igual que yo. Y es la primera vez que veo mi nombre en algún personaje, desde que vi Buscando a Nemo, pero… Coral no aparece mucho…

Bueno a lo que iba, se que poco a poco, y mezclando con otro tipo de literatura terminaré leyéndome todos los libros de Megan, así que esta vez, decidí seguir con éste por varios motivos: por el nombre de la protagonista y porque la propia Megan me preguntó si lo había leído y le dije que sí (no quiero mentirle mas).

Oye, Morena, ¿Tú qué miras? es un libro de la Editorial Esencia de unas 500 páginas y su precio, como la mayoría de este género, esta alrededor de los 15€. Aquí os dejo la sinopsis:

Hola, soy Coral. Siempre fui una romántica empedernida, hasta que el género masculino me rompió el corazón. Después de varios desengaños, os juro que me dije a mí misma que no iba a permitir que nadie más me hiciera daño. ¡Qué bonito es el amor, pero menuda mierdecita es sufrir por él!
Hoy por hoy me considero una mujer relativamente feliz. Trabajo como repostera, tengo unas amigas increíbles y una preciosa hija a la que adoro. En cuanto al temita hombres, lo único que pretendo es disfrutar de un sexo divertido con ellos y poco más. Sin embargo, debo confesar que hay uno que hace que se acelere mi atontado corazón cada vez que lo veo. Se llama Andrew y es el jefe de seguridad de las giras musicales de mi amiga Yanira.
Andrew es un bomboncito alto, de ojos oscuros, moreno y terriblemente atractivo. Y si a eso le sumas que conduce una moto y que tiene ese puntito canalla en su mirada que me vuelve loca, ¡ni te cuento! Pero Andrew es esquivo en lo que se refiere a las relaciones amorosas, y eso me hace pensar que a él también le partieron el corazón y que por eso nunca repite con la misma mujer.
Repetir, repetir, yo no le voy a pedir que lo haga conmigo, pero cuando nuestras miradas se encuentran, una extraña corriente se genera entre nosotros, y eso me inquieta y me hace pensar en si realmente repetiremos algún día.

Con esto tenéis que tener más que suficiente para que os pique el gusanillo de la curiosidad para leerlo, porque, yo os voy a dar mi opinión, pero no voy a haceros ningún resumen, porque no quiero hacer spoiler. Solamente os diré que Yanira es la protagonista de otra de las novelas de Megan, Adivina quién soy, bilogía que desde ya tengo marcada como pendiente. Otra que tengo pendiente es Sígueme la corriente, donde la protagonista es Ruth, amiga de Andrew. Quizás tendría que haber empezado por el principio… 

Pero bueno, aunque no conozca el inicio de Coral y Andrew, la novela se entiende perfectamente y me encanta la idea de que todos (o casi todos) los libros de Megan estén relacionados. Siempre me quedo con más ganas de saber qué pasa con los personajes segundarios y Megan sacia mi hambre cotilla. Espero que pronto publique algo sobre algún personaje de Oye, morena, ¿tú que miras? porque son todos divertidísimos y encantadores.

Respecto a Coral, si que os diré que me encantó, no sé si llegué a sentirme identificada 100% con ella (no tenía el porqué) pero sí que tiene puntos de locura que caracterizan bastante, y un puntito autodestructivo que quizás también tenga yo. Además es una tía con carácter y bastante despistada. Es generosa, “sincera” y tiene soluciones para todo problema que se pueda presentar.

Andrew en mi mente está sacado de Pasión de Gavilanes, es un hombre atractivo y rudo, pero aparte de todo lo guapo que nuestra mente lo quiera imaginar, es muy dulce e inocente y eso lo hace tan, tan tierno... También es comprensivo y atento, sobre todo con la hija de Coral. Pero tiene ese puntito de chulito y canalla que lo hace tremendamente irresistible.


En conclusión, os recomiendo leerla ya que es una historia ágil, adictiva, divertida, romántica, con un puntito erótico, y con mentiras, engaños y resentimientos (esto no lo había dicho aún, eh!!). ¿A que ahora ya no podéis esperar a leerla?



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